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El diseño arquitectónico lo entendemos como el arte de construir y ordenar edificios para satisfacer las necesidades de alojamiento y desarrollo de actividades de las personas. El producto del diseño arquitectónico es el espacio ordenado y armonioso; y el objetivo fundamental es el desarrollo de proyectos arquitectónicos, que muestren la organización de espacios, conjugando las diferentes técnicas que permitan crear soluciones arquitectónicas adecuadas a la realidad.

El proceso de diseño y los elementos teóricos que abarcan el diseño arquitectónico llevan al arquitecto a elevar sus conocimientos dentro del campo estético principalmente para resolver mediante la adecuada composición los problemas arquitectónicos más complejos aumentándoles mayor belleza plástica acorde con la funcionalidad requerida.

El espacio arquitectónico no tiene un sentido estrictamente geométrico; el arquitecto interpreta y representa en espacio las condiciones sociales, económicas, culturales, políticas y físicas; los deseos y gustos del cliente; los conocimientos tecnológicos de construcción y tendencias actuales de imagen.