arquitectos: alfredo aviñó garcía
ingenieros: miguel garcía manzanos
promotor: excmo. ayuntamiento de logroño
ubicación: el cubo, las norias. logroño. la rioja
estado: concurso
superficie: 678.00 m2
año: 2008
memoria: Se trata de un antiguo molino al que es necesaria una actuación de rehabilitación y que por características del programa que se pretende, es necesaria su ampliación para convertirlo en un espacio museo y hotel rural de tres estrellas. Además pretendemos recuperar su entorno, creando un pequeño paseo que acompaña la ribera del río y lo cruza mediante una pasarela peatonal comunicando ambos lados y enriqueciendo el espacio público del municipio. La actuación que proponemos para la ampliación del molino consiste en un edificio nuevo y conectado con el edificio del molino por una pequeña pasarela junto al arco y la salida del agua que da funcionamiento al utillaje interior. La extensión del programa es el mayor condicionante de la oferta, y la intención que proponemos es la de recuperar el molino como una parte de uso público en la que se ubican el museo, usos múltiples, restaurante y un pequeño bar, de forma que se recupere el molino guardando en lo posible su volumen, color y tratamiento de huecos, diferenciando muy claramente con materiales mas modernos las partes de actuación. El edificio exterior soporta el programa necesario para el uso de hotel, donde se ubican las habitaciones de clientes y un zócalo inferior para vivienda del gerente e instalaciones. Es un edificio moderno ligado al molino que se desarrolla en la longitud de un potente muro trasero. Se piensa en la utilización de materiales de envejecimiento rápido como son el cobre para la cubierta o el corten para elementos como las comunicaciones, y una fachada que combine un zócalo pétreo y un enfoscado similar a las características del molino. Hemos considerado esencial seguir las indicaciones de los pliegos del concurso y por ello nos hemos ceñido a las intenciones que en ellos se detallan. En el molino concibe su recuperación para un completo uso público sin que la actividad del hotel interfiera con él, y por tanto se plantea una planta baja lo mas diáfana posible a modo de salón expositivo y multiusos, recuperando la maquinaria y donde las estancias de esta planta se efectúan a modo de mueble como la recepción, un pequeño bar y la sala de espera situada en la entrada. Del mismo modo se actúa en la primera planta del molino, donde el restaurante permite ampliarse en función del uso gracias a unas paredes móviles; en esta parte se recupera toda la altura del bajocubierta por lo que el volumen de esta parte queda favorecida y con la posibilidad de recibir luz natural cenitalmente. En cuanto al edificio ampliación, se han creado los núcleos de comunicación vertical claramente diferenciados que actúan a modo de rótula de modo que el edificio se adapta al fondo de la parcela; un potente muro direcciona el edificio y las estancias se sitúan de manera paralela, aprovechando una orientación solar óptima. Todo el programa hotelero se desarrolla en tres plantas, la planta baja, a modo de zócalo con los cuartos de instalaciones y servicio y de manera más independiente la vivienda del gerente y las plantas alzadas conteniendo diez habitaciones de clientes.
